La Estrella Impresa

Lapis signatus Antimonii magni sit à multis, plurimique nihil non fecerunt ut eum praepararent; quidam voto potiti sunt, aliis propositum in aquam abiit, plerique putarunt hanc stellan esse materiam veram Lapidis Philosophorum cogitantes severaciter hoc imaginari quia natura stellam hanc sponte suâ formavit.
Ego verò nego: hi viri regiâ viâ relictâ per vias rupes ubi ibices habitant & preadatrices aves nidifican iter instituunt, non id debetur huic stellae ut materia sit lapidis nobilissimi, licet in eo latet medicina optima, fit autem sic.
Accipe Amtim. Ungar. part. 2. Chalibis limati part I. tartari usti part. 4. liquefacta simul funduntur in catino aurificum in quo aurum purgant, sine refrigerescere, separa regulum à scoria & faecibus; trito adde triplum tartari usti, funde ut pius, serpara, tere, adde denuo triplum tartari usti & funde, ita regulus purgabitur.
Si rectè procedas (quod primum hic est) habebis stellam albam, splendidam argenti puri instar divisam ac si optimus pictor in radios descripfisset.
Haec stella cum sal-amon. sublimata rubescit, ascendit enim tinctura martis, hoc sublimatum in cella solvitur in oleum vulneribus utile.
La piedra signada del Antimonio es tenida en grande por muchos y muchísimos no hay nada que no hayan hecho para prepararla; algunos han logrado su deseo, para otros su propósito se fue al agua y muchos pensaron que esta estrella era la verdadera materia de la Piedra de los Filósofos meditantes de que se imaginaban esto con gran rigor porque la naturaleza formaba esta estrella por sus propios medios.
Yo lo niego rotundamente: estos hombres, dejada la vía regia, comienzan un camino por vías donde los íbices habitan las rocas y aves predadoras nidifican. Esto no se debe a esta estrella, porque sea la materia de la piedra nobilísima, aunque en ella se esconde una medicina optima. Se hace así:
Toma de Antim. Hungar, 2 part.; de Acero limado, I part.; de tartaro calcinado, 4 part. Licúalos simultaneamente para que se fundan en un crisol en el cual purifican el oro aurífico; sin enfriarse, separa el régulo de la escoria y las impurezas; al molido, añade el triple de tartaro calcinado y fúndelo, así el régulo se purifica.
Si procedes rectamente (lo cual es aquí lo primero) tendrás una estrella límpida, brillante de plata pura, semejante a como si un pintor optimo la hubiese trazado a compás.
Esta estrella, con Sal-Amon. sublimada, enrojece, pues asciende la tintura de Marte; este sublimado en la celda se resuelve en un aceite útil para las heridas.
Este es uno de los muchos procedimientos que parecen indicar cómo se obtiene el régulo del antimonio, con la signatura de una estrella en su cara superior.
Un hecho curioso es que Basilio Valentín en este texto en el original alemán* no emplea el termino antimonium, usado en muchos de los pasajes de la obra, sino la palabra speissglas, que es la palabra que ya se usaba en alemán o que terminó usándose (como speissglanz) para designar al antimonio. Speiss denomina a un espetón o punta de lanza. Sobre glas-glanz, hay dos posibles opciones, a saber, vidrio-brillo. De hecho, el antimonio se aleaba con el acero para conseguir un mayor brillo en las armas.
Las formas estrelladas, no obstante, son frecuentes en las coagulaciones minerales. Así, la imagen que sigue fue tomada en los depósitos secos del limo de una fuente ferruginosa.

Texto extraído de: Currus Triumphalis Antimonii. Tolosae. MDCXLVI (El Carro Triunfal del Antimonio. Tolosa. 1646).
* TriumphWagen Antimonii.1604