Prefacio. Splendor Solis

PREFACE
Alphidius, one of the old Philosophers, said: " Every one who does not care for the trouble of obtaining the Philosopher's Stone, will do better in making no enquiries at all than only useless ones." The same also says Rhases in his book " Light of Lights": "Let it be said then to all, I hereby admonish them most earnestly, that none be so foolhardy to presume to understand the unknown intermixture of the elements, for as Rosinus says: "All who engage in this Art, and are wanting the knowledge and perception of things, which the Philosophers have described in their books, are erring immensely ; for the Philosophers have founded this art in a natural beginning, but of a very hidden operation." Though it is evident that all corporeal things originate in and are maintained and exist of the Earth, according to Time and Influence of the Stars and Planets, as: Sun, Moon and the others, together with the four qualities of the elements, which are without intermission, moving and working therein, thereby creating every growing and procreating thing in its individual form, sex and substance, as first created at the Beginning by God, the Creator, consequently all metals, originate in the earth of a special and peculiar matter produced by the four properties of the four elements, which generate in their mixture the metallic force, under the influence of their respective planets.
All this is well described by the natural master Aristotle, in the fourth Book Meteorologicorum, when he says, that Quicksilver is a matter common to all metals. But it must be known that first in Nature is the compound matter of the four elements.
In acknowledging this property of Nature, the Philosophers called their Matter Mercurius, or Quicksilver. How this Mercurius takes the perfect form of Gold, silver or other metals through the working of nature need not be mentioned here. The teachers of Nature's Philosophy describe it sufficiently in their books.
Upon such is based and founded the Art of the Philosopher's Stone; for it originates in Nature, thence follows a natural end in a just form, through just and natural means.
PREFACIO
Alphidius, uno de los viejos filósofos, dijo: "Todo el que no se preocupa por la dificultad de la obtención de la Piedra de los Filósofos, le irá mejor no haciendo en absoluto investigaciones que sólo son inútiles". Lo mismo dice Rhases, en su libro "Luz de Luces": "Hay que decir entonces a todos, por la presente les advierto con la mayor seriedad, que ninguno sea tan temerario para presumir que entiende la mezcla desconocida de los elementos"; en cuanto a Rosinus dice: "Todos los que se dedican a esta materia, y están esperando el conocimiento y la percepción de las cosas, que los Filósofos han descrito en sus libros, están errando inmensamente; porque los Filósofos han fundado este arte en un principio natural, pero desde una operación muy oculta". Aunque es evidente que todas las cosas corporales se originan en la Tierra y se mantienen y existen de ella, según el Tiempo y la influencia de las Estrellas y los Planetas, como: Sol, Luna y las demás, junto con las cuatro cualidades de los elementos, que están sin interrupción moviendo y trabajando en ella, creando de ese modo cada cultivo y procreando cosas en su forma individual, sexo y sustancia, como primera creada al Principio por Dios, el Creador, en consecuencia, todos los metales, se originan en la tierra de un especial y peculiar materia producida por las cuatro propiedades de los cuatro elementos, que generan en su mezcla la fuerza metálica, bajo la influencia de sus respectivos planetas.
Todo esto está bien descrito por el maestro natural Aristóteles, en el cuarto libro Meteorologicorum, cuando dice que el Mercurio es una materia común a todos los metales. Pero debe saberse que primeramente en la Naturaleza está la materia compuesta de los cuatro elementos.
Al reconocer esta propiedad de la Naturaleza, los Filósofos llamaron a su materia Mercurio, o Plata viva.
Cómo este Mercurio toma la forma perfecta del Oro, plata u otros metales a través del trabajo de la naturaleza no es necesario que se mencione aquí. Los maestros de Filosofía de la Naturaleza lo describieron suficientemente en sus libros.
En tales cosas se basó y fundó el Arte de la Piedra de los Filósofos; porque se origina en la Naturaleza, de allí sigue un fin natural en una sola forma, a través de solos y naturales medios.
Arma Artis: las armas del Arte. Es una clara alusión heráldica y, por tanto, a Mercurio o Hermes, heraldo de los dioses olímpicos, en especial de Zeus-Júpiter. De ahí que la figura principal sea un escudo de armas, un blasón. Los lambrequines, en forma de hojas de acanto, y campo del escudo son azules, como el cielo, pues en su cara exterior estan llenos de estrellas. En griego azul oscuro (y negro) se dice kuaneoj (cuaneos) adjetivo derivado de kuanoj (cuanos), nombre dado al lapislázuli y al aciano o azulejo, la Centaurea cyanus, (bleuet, en francés). Esta planta silvestre, frecuente en los trigales, aparece representada en la bordura encima de la mano del simio que alimenta a la garza real.
Un detalle curioso: el sol radiante que figura en el campo del escudo es una extraña máscara burlona, ¡cuyos ojos y lengua son cabezas o caras humanas!
La bordura, generosamente ilustrada, presenta animales y plantas floridas (lo cual en griego se dice anqemoeij (ancemoeis). Entre los animales destacan dos monos (simius en latín), los grandes imitadores como los espejos. Uno de ellos da un pez a una de las grullas (en inglés, crane, muy similar kranion (cranion), craneo en griego) mientras que el otro toca un instrumento. Fulcanelli asegura que a la Alquimia se le ha dado a veces el nombre de Arte de la Música.
Del libro Splendor Solis (El Esplendor del Sol) de Salomon Trismosin, de 1582. Fue publicado en alemán y reeditado en ingles.